cuándo buscar ayuda

mujer mayor hablando por el móvil sentada en una mesa de madera al aire libre

Ya sea en la televisión, en el cine o en las redes sociales, sólo se ve a "ciertas personas" reunirse con profesionales de la salud mental. Esto ha llevado a mucha gente a pensar que hay que experimentar algún tipo de crisis, estar al borde de un colapso o sentirse como "un loco" para buscar ayuda. El hecho de que el tratamiento de la salud mental se asocie únicamente a determinados tipos de personas o problemas es la causa fundamental del estigma que afecta a los pensamientos y acciones de las personas en torno al tratamiento de la salud mental.

La verdad es que no es necesario cumplir ningún criterio específico para ser un buen candidato a los servicios de salud mental. De hecho, muchas personas que acuden regularmente a un profesional de la salud mental no tienen problemas de salud mental, sino que mantienen una buena salud mental. Sin embargo, si sigues pensando que necesitas un motivo para buscar apoyo, busca alguno de estos signos comunes que indican que podrías beneficiarte de un chequeo de salud mental.

indicadores comunes

No sentirse como uno mismo. Todos tenemos momentos en los que nuestro estado de ánimo está apagado y recurrimos a cosas que nos ayudan a sentirnos mejor, pero cuando empezamos a pensar "esto no es propio de mí", puede que tengas que mirar más de cerca. A veces nos sentimos tristes, enfadados o molestos con las cosas que suceden, pero cuando se llega a un punto en el que llegas a la conclusión de que esto está fuera de lo normal, podría ser algo más que emociones cotidianas.

Incapaz de hacer las cosas que le gustan. Tener aficiones o actividades que te gusten puede ser una forma estupenda de equilibrar tu salud mental, pero es importante que busques señales de que la forma en que te sientes está dificultando o imposibilitando que sigas haciéndolas. Una vez más, si no es tu caso y cada vez te resulta más difícil salir, divertirte o ser sociable, deberías acudir a que te examinen o evalúen para detectar posibles problemas de salud mental.

Usar drogas, alcohol, comida o sexo para sentirnos mejor. Al igual que tenemos aficiones que pueden ayudarnos a sentirnos mejor, a veces nos involucramos en hábitos poco saludables para hacer lo mismo y eso nunca es una buena idea. Si te encuentras consumiendo drogas, alcohol, comida o sexo para sentirte mejor, tienes el deseo de reducirlo o está afectando a tu vida diaria, empezar un asesoramiento podría ser útil para asegurarte de reducir los efectos negativos a largo plazo.

Has perdido a alguien o algo importante para ti. Tal vez su familia o su cultura tengan ciertos rituales, tradiciones o expectativas cuando se trata de la muerte de un ser querido. El ser humano se adapta muy bien y a veces su sistema de apoyo natural es todo lo que necesita para superar la pérdida, pero otras veces puede ser una buena idea acudir a un consejero para que le ayude a adaptarse al cambio inesperado. Recuerde que la pérdida no es sólo la muerte. Puede ser una separación o una ruptura, una mudanza o incluso perder el trabajo.

Ha ocurrido algo traumático. Un trauma puede ser cualquier acontecimiento que te haya parecido horrible, aterrador o amenazador, como un accidente, una lesión, una muerte repentina, abusos, violencia o un desastre natural. Este tipo de experiencias están relacionadas con un mayor riesgo de consumo de sustancias, problemas crónicos de salud y trastornos mentales como la depresión o la ansiedad. Cuanto antes busques ayuda para superar este tipo de situaciones, mejor estarás, pero recuerda que nunca es demasiado tarde.

Si experimentas alguno de estos signos, es buena idea que consultes a un profesional de la salud mental. Contar con alguien de confianza, con experiencia profesional y que esté a tu lado cuando lo necesites es una gran sensación.

Como siempre, si tú o alguien que conoces tiene pensamientos o sentimientos de querer hacerse daño a sí mismo, por favor, pide ayuda tan pronto como puedas.

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