A medida que nuestros hijos se convierten en adolescentes independientes y curiosos, nosotros, como padres, queremos ser una luz que les guíe para ayudarles a tomar decisiones inteligentes e informadas. Temas delicados como la intimidad, la sexualidad, el consentimiento, las relaciones y el consumo de sustancias pueden resultar difíciles o parecer incómodos.
He aquí algunos consejos para facilitar conversaciones productivas y positivas:
- Cree un espacio abierto y seguro para la comunicación.Inicie conversaciones regularmente con su hijo adolescente. ¿Cuál es su artista musical favorito? ¿Cuál es su afición favorita? ¿Qué hace para divertirse con sus amigos? Conocer a su hijo adolescente hace que sea más fácil hablar de cualquier tema. Empezar este proceso pronto suele tener mayores beneficios.
- Dales intimidad:todos hemos pasado por situaciones en las que queríamos estar solos y disponer de tiempo y espacio a solas. Los adolescentes también. Asegúrese de que su hijo tiene suficiente intimidad. Puede seguir invitándole a conversar y dejarle espacio hasta que esté preparado para compartir.
- Escuche más y hable menos. Deje que su hijo termine lo que está diciendo antes de ofrecerle su opinión o respuesta. Practique la escucha activa prestando toda su atención. Los adolescentes se muestran más abiertos cuando se sienten escuchados. La mayoría de las veces, los adolescentes no buscan que "arregles" su problema, sólo quieren que un adulto de confianza les escuche. Evita criticar, juzgar o ponerte emocional.
- No tenga miedo de compartiralgunas de sus experiencias personales con su hijo adolescente. Su hijo adolescente puede verle más cercano y comprensivo.
- Sé sincero.Tus conversaciones sobre temas delicados pueden dar a tu hijo adolescente la base de su comprensión sobre ciertos temas. Si no sabes la respuesta a algo, pide ayuda a un profesional.
- Ofrezca apoyo y consejo. No sermonee. Frases como "Si yo estuviera en esta situación, haría...." o simplemente preguntando "¿Puedo ofrecerte un consejo?" pueden ayudar a facilitar conversaciones significativas.
Abordar conversaciones difíciles con tu hijo adolescente es señal de una relación sana. Si sabe lo que está pasando en la vida de su hijo, estará mejor preparado para ayudarle. Entablar estas conversaciones os da a ti y a tu hijo la oportunidad de explorar opciones y practicar la toma de decisiones importantes.