Las enfermedades mentales y emocionales afectan a todo el mundo, independientemente de su riqueza, ubicación, edad o raza. Afectan a personas de todos los orígenes y condiciones sociales. Si usted o su hijo tienen dificultades, no dude en acudir a un profesional.
Si usted o su hijo experimentan:
- Sentimientos persistentes de tristeza o desesperanza
- Aumento de la irritabilidad, ira, agresividad u hostilidad
- Lagrimeo o llanto frecuente
- Alejamiento de amigos y familiares
- Pérdida de interés por actividades que antes disfrutaba
- Cambios en los hábitos alimentarios y de sueño
- Inquietud o agitación inusuales
- Sentimientos de inutilidad y culpabilidad
- Fatiga excesiva o falta de energía
- Dificultad para concentrarse debido a pensamientos acelerados
- Pensamientos de muerte o suicidio
- Autolesiones (por ejemplo, cortes o quemaduras)
- Disminución de las notas en la escuela o del rendimiento en el trabajo
- Abuso de sustancias, incluido el alcohol y las drogas (legales o ilegales)
- Descuido de la higiene personal y la apariencia
- Malestar emocional que provoca síntomas físicos (dolores, fatiga, migrañas, etc.)
- Conductas de riesgo
- Regalar repentinamente bienes preciados o prometérselos a otras personas.
- Alegría extrema tras periodos de depresión
- Expresión de pensamientos extraños o inquietantes
Los problemas de salud mental y emocional son universales y afectan a todas las personas sin discriminación. Reconocer las señales y tomar medidas proactivas para buscar ayuda es crucial para el bienestar. Recuerde que no está solo y que hay apoyo disponible. Acuda a un profesional en busca de orientación, ayuda y atención. No espere: dé hoy el primer paso hacia la curación.