Para muchos, hacer frente a los cambios ya es bastante difícil, por no hablar de las emociones a las que muchos pueden enfrentarse como el miedo y la ansiedad debido a los cambios en las rutinas diarias. El estrés añadido por la pérdida del trabajo y la incapacidad para cubrir los gastos, la enfermedad o la pérdida de un ser querido, puede causar ansiedad y pánico. Conozca estos seis consejos que le ayudarán a afrontar estas emociones.
Respirar lenta y profundamente. La ansiedad puede hacer que respires muy deprisa, lo que empeora aún más los síntomas mentales y físicos de un ataque de pánico o de ansiedad generalizada. Cuando empiece a sentir pánico, asegúrese de respirar lenta y profundamente para calmar la mente y el cuerpo. Asegúrate de respirar utilizando la "respiración abdominal", también conocida como respiración diafragmática.
Detente y piensa. Cuando tus pensamientos empiecen a descontrolarse, dite a ti mismo que pares. Organiza tus pensamientos y decide qué necesitas hacer para volver a la calma. Esta es una forma de interrumpir los pensamientos y volver a centrarte.
Piensa en positivo. Aleja los pensamientos negativos de tu mente y recuérdate a ti mismo que tienes el control. Piense en momentos en los que ha sido capaz de gestionar situaciones con éxito y reducir la ansiedad. Permanezca en el momento presente.
Tómate un descanso. Si necesitas abandonar una situación, hazlo o dile a alguien que necesitas marcharte. No tengas miedo de pedir ayuda. Permitir que te alteres más no te ayudará si lo que realmente necesitas es dar un paseo y desahogarte. Permítete tener el espacio que necesites.
Relaja los músculos. La ansiedad hace que todo el cuerpo se tense, así que haz un esfuerzo consciente por relajar cada músculo, desde los dedos de los pies hasta el cuello y la cara. Esto aliviará la tensión.
Haz ejercicio físico. El ejercicio puede combatir el estrés y la ansiedad. También puede mejorar su salud general y su sistema inmunitario. Incluso un paseo a paso ligero puede ayudar.
Consejos para recordar:
- Respira hondo.
- Practica el autocuidado.
- Duerma lo suficiente.
- Ejercicio.
- Háblate positivamente a ti mismo.
- Reconoce cómo te sientes.
- Practica la atención plena.
- Toma baños calientes de lavanda.
- Reducir el consumo de cafeína/nicotina/alcohol.
- Mantente presente.
- Asegúrate de que recibes una nutrición adecuada.
- Prueba técnicas de relajación muscular.
- Más despacio.
- Imagina tu "lugar seguro".
- HALT (hambriento, enfadado, solo, cansado).
- Cierra los ojos.